[dt_gap height=»10″ /]Las dificultades de aprendizaje desde el punto de vista de los trastornos de procesamiento sensorial[dt_gap height=»10″ /]

27 y 28 de mayo 2017. Presencial[dt_gap height=»10″ /]

Cada día en las escuelas hay más niñas y niños que sienten que no llegan al ritmo ni al nivel que se les exige, y esto les genera mucho sufrimiento. Se les considera con déficit de atención, hiperactividad, trastornos de conducta, etc. Y a menudo estos problemas se deben a trastornos de procesamiento sensorial, cuyo origen suele estar en la primera infancia, a causa de la falta de movimiento, de tiempo de juego libre y de una experiencia sensorial sana, con una hiperestimulación de ciertos sentidos y un déficit de experiencias en otros. Este desajuste con el tiempo se traduce en dificultades de aprendizaje y también sociales. Cualquier abordaje del problema pasa por detectar y subsanar el origen de estas dificultades.

En la sociedad tecnológica actual, las experiencias de los niños distan mucho de ser las adecuadas, ya que en unos aspectos están sobrepasados y saturados por una avalancha de estímulos sensoriales excesivos e inadecuados para su edad, mientras que en otros aspectos están hambrientos de experiencias y estímulos naturales más sutiles y adecuados, que necesitan tener pero que no se producen, o no con la frecuencia y calidad que precisan.  Esto tiene un impacto en su desarrollo de las estructuras básicas cerebrales, y se traduce en problemas de atención, aprendizaje, conducta y de salud difíciles de interpretar si no se tiene en cuenta esta realidad.

Las actividades que se desarrollan en las escuelas Waldorf en la etapa del Jardín de Infancia, basadas en el movimiento, el juego libre y las actividades manuales y artísticas, no sólo proporcionan a los niños y niñas los estímulos sensoriales adecuados a su momento evolutivo, sino que favorecen una integración espontánea y saludable de los mismos.[dt_gap height=»10″ /]

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