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Razones para dejar que los bebés aprendan a andar por sí mismos

Razones para dejar que los bebés aprendan a andar por sí mismos

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Crianza

Por Janet Lansbury

Puedo entender la necesidad de hacer caminar a los bebés. Después de todo, parece que les gusta mucho. Cuando ayudamos a nuestros bebés a caminar, ellos se entretienen alegremente — disfrutando de nosotros disfrutando de ellos — mientras que nosotros estamos obteniendo una vista previa de uno de los hitos más importantes de la vida.

A veces nos sentimos obligados a caminar a nuestros bebés porque pensamos que necesitan ayuda para desarrollar sus habilidades motrices y creemos que es nuestro deber enseñarles. Nos preocupamos por que nuestros hijos puedan quedarse atrás si no les echamos una mano o dos.

Entonces, ¿por qué chafar esta inocente ceremonia y sugerir que no hagamos caminar a los bebés?

  1. Sabiduría corporal

«Sólo un bebé conoce la forma en que sus articulaciones deben alinearse», señala Carol Pinto, una veterana asociada de RIE, practicante de Feldenkrais y amiga. En otras palabras, cuando se trata del desarrollo motriz, los bebés son aprendices de sí mismos — realmente saben mejor. Al sostener las manos de nuestros bebés para movilizar, posicionar y reposicionar sus cuerpos, obstaculizamos su capacidad natural para encontrar el equilibrio, detectar las relaciones espaciales, y juzgar lo que pueden y no pueden hacer.  Es mejor confiar en que nuestros bebés caminarán cuando estén listos, y fomentando al hacerlo la conciencia mental y física.

  1. Autoconocimiento, consciencia y seguridad

La conciencia y la seguridad van de la mano, y hacer caminar a los bebés lo hace menos conscientes — les da una falsa sensación de equilibrio y de sus habilidades — lo cual puede ser peligroso.  En No Me Levantes describo un incidente desafortunado en nuestra casa que implicó a mi marido y al hijo de un amigo que estaba acostumbrado a ser ayudado a caminar para bajar las escaleras. Pero los bebés a quienes se les da la libertad de moverse y desarrollarse a su manera, obtienen un auto-conocimiento que los mantiene más seguros. Su sentido interno de equilibrio y juicio intactos, sus movimientos son cuidadosamente calculados, y tienden a hacer menos movimientos temerarios. En un estudio de 1971 sobre el desarrollo natural del motor bruto en el Instituto Pikler (como aparece en el manual Rie) los investigadores describieron los movimientos de los niños como «bien coordinados, económicos y cautelosos». También señalaron que «los niños, sin excepción, alcanzaron las habilidades apropiadas para su edad».

  1. Hábitos, dependencias

Si hacen caminar a los bebés, ellos probablemente querrán hacerlo una y otra vez. Esto no sólo les crea una dependencia insana en un adulto para poder equilibrar su cuerpo, sino que también hace un hábito de una actividad que el bebé probablemente estará mucho más interesado en continuar (y hacer mucho más a menudo) que nosotros. Los bebés son muy aficionados a la repetición. Y, personalmente, no me gusta tener más situaciones con bebés donde tengo que decir «no». Los bebés que no son caminados o colocados de otra manera nunca lo piden.

4. Frustra el juego independiente

El hábito de caminar crea una dependencia innecesaria e improductiva en el adulto para el entretenimiento. La participación de los padres para repetir la actividad se convierte en una distracción cuando el niño podría estar felizmente trabajando en el desarrollo de sus habilidades motrices a su manera, o participar en otras actividades más educativas, creativas y explorativas autogeneradas.

5. Restringe

Aunque probablemente creemos que nuestra bien intencionada manipulación de un bebé le está ayudando a aprender a moverse libremente, en realidad le estamos restringiendo (tal como hacemos cuando le colocamos para que se siente y le sostenemos para que se ponga de pie). Los bebés necesitan mucha práctica moviéndose libremente para alcanzar nuevas habilidades. Lo mejor es alentar esa libertad y confiar en que sus movimientos son dirigidos internamente. Sólo los bebés saben lo que están dispuestos a hacer y en qué están trabajando.

6. Inhibición y pérdida de movimientos transicionales

Los investigadores del Instituto Pikler también observaron en su observación de los 722 niños criados en este orfanato modelo (el único lugar que estoy consciente de que se ha estudiado oficialmente el desarrollo motor natural) que los niños mantuvieron un «alto nivel de actividad estable durante todo el periodo de aprendizaje de nuevas destrezas motrices y cambiaron sus posturas con un promedio de al menos una vez por minuto. Esto indica que un niño al que se le restringe moverse libremente es privado de largas horas de ejercicio en posturas transitorias antes de dominar la habilidad de desarrollo siguiente. »

Estas maravillosas posturas transitorias son una de las sorprendentes diferencias que he visto a lo largo de los años entre los bebés a los que se les permite desarrollarse sin interferencias y aquellos a los que no.

Hay un niño de 7 meses ágil en mi nueva clase que se pasa la mayor parte de la clase en las divisiones perfectas a horcajadas cuando no está sentado (un desarrollo reciente) o correteando de lado a lado del suelo. Sus padres (ninguno de los cuales son bailarines, gimnastas, o incluso intérpretes de circo) y yo nos maravillamos al verle justo la semana pasada, preguntándonos si, y por cuánto tiempo, mantendrá esa asombrosa flexibilidad.

Las posturas transitorias son bloques de construcción, cada uno tiene un propósito de desarrollo distinto y valioso para nuestro niño. Cuando, sin embargo, sutilmente, empujamos a nuestro niño a sentarse o a caminar, creemos que estamos ayudando, pero el niño termina perdiéndose el experimentar un proceso de desarrollo más sano que incluya la amplia gama de posturas que fortalecen de manera natural.

7. Confianza + maestría = confianza en uno mismo

Tener confianza en nuestro bebé significa permitirle conducir su desarrollo. Cuando un bebé siente nuestra confianza y se le permite experimentar sus eutoelegidas y apropiadas luchas, y después eventualmente se le permite poseersus propios logros (como caminar), su confianza en sí mismo se nutre. En vez de, «ahora puedo finalmente hacerlo sin que las manos de papá me sostengan», es «ala, mira lo que puedo hacer!»

8. Soy suficiente = autoestima

Cuando estamos saliendo, todo el mundo quiere saber cuándo nos casaremos. Luego nos casamos y es: «¿Cuándo vais a tener un bebé?» Después, «¿está sonriendo el bebé? ¿sentado? ¿camina? ¿habla? ¿cuándo vas a tener el bebé número 2?» ¿Por qué es tan difícil para nosotros apreciar lo que está sucediendo en este momento?

Los bebés necesitan saber que son apreciados, disfrutados y amados por lo que son capaces de hacer en este momento.  En general, nunca necesitan nuestra ayuda para lo básico como sentarse, estar de pie y caminar. Nuestra interferencia sólo confunde el proceso, y en muchos aspectos lo corrompe. Ellos realmente no necesitan nuestra ayuda, al mismo nivel que nosotros nos sentimos impulsados a darla. Como Magda Gerber escribe en Querido padre Cuidando de los bebés con respeto, «si los niños están listos para hacer algo, lo harán. De hecho, cuando están listos, lo hacen «.

9. Dolor de espalda de los padres

No hace falta explicar más[dt_gap height=»10″ /]

 

Janet Lansbury

 

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